Sabías que llegaría este día, ¡y ahora finalmente está aquí! Es el momento de crear el premio corporativo perfecto para honrar a un empleado.
Tu nuevo asociado de ventas acaba de superar su objetivo de ventas. El gerente de tu oficina está a punto de celebrar su décimo aniversario con la empresa. Tu equipo finalmente lanzó ese producto y el negocio está en auge. Alguien en tu esfera perseveró con tenacidad o mostró un ingenio excepcional, y esos esfuerzos dieron como resultado algo notable.
Ha llegado el momento de reconocer su excelencia con un premio y tu quieres que este premio sea espectacular, como las placas corporativas. Entonces, ¿cómo se asegura de que este premio corporativo refleje cuán profundamente valora sus esfuerzos? ¿Cómo puedes estar seguro de que su destinatario quedará cautivado?
Placas corporativas
Te vamos a informar sobre un par de cosas, sobre lo que se debe y no se debe hacer para encargar premios corporativos. Y, como sabemos que tienes una docena de cosas en las que pensar para su presentación (ya enviaste memorandos y resolviste el catering… ¿no?), Consolidamos nuestra experiencia en estos elementos esenciales para un premio corporativo inolvidable.
Conoce el presupuesto, cantidad y fecha de presentación
Tener estas tres cosas determinadas antes de realizar tu pedido te ahorrará tiempo y dinero.
Presupuesto de las placas corporativas
Una de las preguntas más comunes que recibimos es: «¿Cuánto cuestan los premios corporativos?» ¡Esta es una pregunta fantástica! La respuesta depende del tamaño del premio, el material, la cantidad y el nivel de personalización. Tener un presupuesto en mente te ahorrará el tiempo de buscar entre innumerables opciones de premios y refinará la búsqueda a opciones en tu rango de precios. Puedes visitar esta url y salir de dudas https://www.rotulowcost.es/es/placas-corporativas.html
Cantidad
Conocer la cantidad por adelantado nos permitirá ofrecerle el mejor precio posible.
En las placas corporativas, tómate todo el tiempo para leer y repasar el texto antes de llegar al láser para escribirlo, es fácil que exista algún error inicial.
Considera los gustos de su destinatario
Tómate un momento para pensar en lo que su destinatario se enorgullecería de mostrar en su espacio de trabajo. Tal vez su escritorio ya esté lleno de otros proyectos y una placa de pared (o algo acrílico que probablemente no se rompa en caso de que se caiga) sería una mejor opción.
Tomarse el tiempo, para considerar qué premio corporativo disfrutará su destinatario no solo agrega un toque personal, sino que también le muestra a su destinatario cuánto aprecia realmente su logro.
Limita tu texto grabado
Mantén tu mensaje simple para asegurarte de que la pieza que elijas realmente brille. Escribir una novela en una placa que planeas regalar a alguien es un gran error. De los muchos momentos dignos de vergüenza que vemos en el negocio de los premios (y créanme, tenemos algunas historias geniales para compartir en publicaciones posteriores), uno de los más comunes (y menos dudosos) es cuando un cliente se decide por un hermoso premio corporativo y luego saca dos páginas completas de texto para que las grabemos. Alerta de spoiler: esto nunca termina bien.
Demasiado texto domina y desordena una pieza. Hemos redactado esta práctica guía para ayudarte a decidir qué (y qué no) escribir en el premio de su destinatario.
Siempre que sea posible, planifica con anticipación
Para una experiencia sin estrés, intente permitir al menos dos semanas para ordenar y recibir tu premio corporativo. Aunque con gusto, trabajaremos dentro de la fecha límite de cualquier proyecto.
Si bien, un premio solo puede pasar unos minutos en la máquina de grabado láser, el proceso desde el pedido hasta su finalización puede llevar días o incluso semanas, según el material del premio, el nivel de complejidad y la cantidad. Además, la planificación anticipada generalmente minimiza los costosos errores y las adiciones de última hora.o.
Revisa tus pruebas de cerca
No sería mala idea, pedirle a otra persona de tu empresa que le eche un vistazo. Para ahorrarte el incómodo momento de asegurarle en voz baja a su destinatario que sabe que su nombre está mal escrito.